Ésta pieza continúa y ahonda en la  exploración de las prácticas del cine de oscuridad en un territorio igualmente profundo y carente de luz, la cueva. De igual forma busca reproducir la experiencia personal y espiritual de la artista confrontándose con ella misma dentro de una caverna.

​

Esta proyección oscura apuesta por una experiencia de imagen mucho más profunda, intensamente acuerpada y sensible. Se trata habitar la oscuridad más absoluta, así como a la artista misma dentro del vientre de la montaña, al mismo tiempo que conduce al público hacia una observación contundente de su interior. Se establece una simbiosis ambiental y subjetiva en la que se diluye la identidad y se transforma en la agonía del tiempo.

​

Sum caverna, 2023. Es una experiencia íntima, confrontativa y  grupal del encuentro personal de la artista con ella misma, en y con la cueva. Un viaje extra-corporal al centro de la piedra, una muerte rotunda, el alivio del perdón y el obligado renacer.